De una década a la fecha ( 2004-2014) el tratamiento de la Artritis Reumatoide ha presentado grandes avances, obteniendo con ello grandes beneficios para los pacientes reumáticos, se ha modificado de manera significativa el pronóstico en esta enfermedad, el objetivo principal de lograr el control de la enfermedad , disminuyendo e incluso desapareciendo los principales síntomas presentes a nivel de las articulaciones : dolor, inflamación, rigidez, dificultad para el movimiento y deformidad.

Esto es gracias al advenimiento de las denominadas terapias biológicas ( mal llamadas vacunas ), estas consisten en medicamentos que dirigen su objetivo al control de la inflamación de manera muy específica y precisa, inhibiendo a las interleucinas ( mediadores y causantes del proceso inflamatorio ), la más conocida de ellas hasta el momento se denomina factor de necrosis tumoral alfa, pero también se inhiben otras interleucinas . 
Estos medicamentos deben ser indicados y supervisados estrictamente por especialistas en Reumatología, hasta el momento en la República Mexicana contamos con varios de ellos, en su mayoría de administran por vía inyectable, ya sea intravenosa o subcutánea, los más conocidos son etanercept, infliximab, rituximab, adalimumab y tocilizumab, pero existen afortunadamente otros que ingresarán próximamente al mercado farmacéutico.

La elección de los pacientes candidatos a dicha terapia debe efectuarse de manera cuidadosa y minuciosa y antes de su aplicación el médico reumatólogo debe conocer en detalle la historia clínica del paciente y descartar problemas infecciosos tanto agudos como crónicos, principalmente tuberculosis.

Pueden ser candidatos a recibirlas tanto pacientes que se atienden en medicina privada como también aquellos que pertenecen al IMSS, ISSSTE y PEMEX.

El beneficio es tan grande que los pacientes recuperan la calidad de vida, vuelven a efectuar actividades que anteriormente pensaban que nunca podrían volver a efectuar en cosas tan comunes y cotidianas como vestirse,peinarse, bañarse por sí mismos, se detiene el daño articular evitando la deformidad y previniendo cirugías ortopédicas, volviendo más autosuficiente al paciente y evitando depender de terceras personas.

Antes de buscar otras alternativas de tratamiento consulte con su reumatólogo al respecto del tratamiento biológico, no sólo en caso de artritis reumatoide, sino también en otros padecimientos reumáticos tales como la espondilitis anquilosante, la artritis psoriásica e incluso el lupus eritematoso sistémico.

Dr. Gerardo Bori Segura.
Especialista en Reumatología y Medicina Interna.