Urologia Pediatrica, Uretroplastia, DIsfuncion Sexual, Hidrocele, Varicocele, Orquialgia, Quistes, Cancer de Prostata, Prostatitis, Hernias, Cirugia Reconstructiva de Uretra, Enuresis, Hidronefrosis, Criptorquidea.
El herpes genital es una enfermedad de transmisión sexual causada por el virus del herpes simple. Puede causar llagas en el área genital o rectal, nalgas y muslos. Puede contagiarse al tener relaciones sexuales vaginales, anales u orales con alguien que lo tenga. El virus puede contagiarse aún cuando las llagas no están presentes. Las madres pueden infectar a sus bebés durante el parto.
A los síntomas se los llaman comúnmente brotes. Las llagas aparecen usualmente cerca del área donde el virus ingresó al cuerpo. Las llagas son ampollas que se rompen y se vuelven dolorosas, para luego sanar. A veces, las personas no saben que tienen herpes porque no presentan síntomas o éstos son muy leves. El virus puede ser más grave en recién nacidos o en personas con un sistema inmunitario debilitado.
La repetición de los brotes es común, en especial durante el primer año. Con el tiempo los síntomas aparecen con menor frecuencia y son más leves. El virus permanece en su cuerpo para siempre.
Existen exámenes que pueden diagnosticar el herpes genital. No existe cura. Sin embargo, las medicinas pueden ayudar a disminuir los síntomas, reducir los brotes y bajar el riesgo de contagio a otras personas. El uso correcto de condones de látex puede reducir, pero no eliminar, el riesgo de contraer o contagiar el herpes. La forma más confiable de evitar la infección es no tener sexo anal, vaginal u oral.
La clamidia es una enfermedad de transmisión sexual común. Es causada por la bacteria Chlamydia trachomatis. Puede infectar a hombres y mujeres. Las mujeres pueden contraer clamidia en el cuello del útero, el recto o la garganta. Los hombres pueden contraer clamidia en la uretra (el interior del pene), el recto o la garganta.
¿Cómo se contrae la clamidia?Usted puede contraer clamidia durante el sexo oral, vaginal o anal con alguien que tiene la infección. Una mujer también puede transmitir clamidia a su bebé durante el parto.
Si usted tuvo clamidia y fue tratado en el pasado, puede re-infectarse si tiene relaciones sexuales sin protección con alguien infectado.
¿Quién está en riesgo de contraer la infección por clamidia?La clamidia es más común en personas jóvenes, especialmente mujeres. Es más probable que usted se contagie si no usa siempre un condón, o si tiene múltiples parejas.
¿Cuáles son los síntomas de la clamidia?En general, la clamidia no presenta síntomas, por lo que puede no darse cuenta que la tiene. Las personas con clamidia sin síntomas pueden infectar a otros. Si usted tiene síntomas, éstos pueden aparecer varias semanas después de tener relaciones sexuales con una pareja infectada.
Los síntomas en las mujeres incluyen:
Si la infección se propaga, es posible presentar dolor abdominal bajo, dolor durante las relaciones sexuales, náuseas o fiebre.
Los síntomas en los hombres incluyen:
Si la clamidia infecta el recto puede causar dolor rectal, secreción y/o sangrado tanto en hombres como en mujeres.
¿Cómo puedo saber si tengo clamidia?La clamidia se diagnostica con pruebas de laboratorio. Su médico puede pedirle una muestra de orina. En mujeres, a veces se utiliza un hisopo de algodón para obtener una muestra de la vagina para detectar clamidia.
¿Quién debe hacerse la prueba de la clamidia?Usted debe acudir a su proveedor de salud para un examen si presenta síntomas de la clamidia, o si su pareja tiene una enfermedad de transmisión sexual. Las mujeres embarazadas deben hacerse una prueba cuando van a su primera visita prenatal.
Las personas en mayor riesgo que deben ser evaluadas para detectar clamidia cada año son:
En las mujeres, una infección de clamidia no tratada puede propagarse al útero y trompas de Falopio, causando enfermedad inflamatoria pélvica. Esta condición puede causar daños permanentes en el sistema reproductor. Esto puede provocar dolor pélvico crónico, infertilidad y embarazo ectópico. Las mujeres que han tenido infecciones por clamidia más de una vez están en mayor riesgo de complicaciones graves de salud reproductiva.
Los hombres en general no presentan problemas de salud por la clamidia. A veces puede infectar el epidídimo, el tubo por el que se trasladan los espermatozoides. Esto puede causar dolor, fiebre y, en raras ocasiones, infertilidad.
La infección por clamidia también puede provocar artritis reactiva tanto en hombres como mujeres. Este tipo de artritis ocurre como una "reacción" a una infección en el cuerpo.
Los bebés nacidos de madres infectadas con clamidia pueden contraer infecciones a los ojos y neumonía. También puede ser más probable que el bebé nazca antes de tiempo.
La clamidia no tratada también puede aumentar sus probabilidades de contraer o transmitir el VIH/SIDA.
¿Cuáles son los tratamientos para la clamidia?La infección se cura con antibióticos. Es posible obtenerlos en una sola dosis, o puede que tenga que tomar medicamentos durante siete días. Los antibióticos no curarán cualquier daño permanente que haya causado la enfermedad.
Para evitar infectar a su pareja, usted no debe tener relaciones sexuales hasta que la infección haya terminado. Si recibió una dosis única de antibióticos, debe esperar siete días después de tomar la medicina para volver a tener relaciones sexuales. Si usted debe tomar medicamentos por siete días, no debe tener relaciones sexuales hasta haber terminado el tratamiento.
Es común volver a contraer la infección, por lo que debe hacerse la prueba de nuevo unos tres meses después de finalizar el tratamiento.
¿Puedo prevenir la clamidia?La única forma segura de prevenir la clamidia es no tener sexo vaginal, anal u oral.
El uso correcto de los condones de látex reduce en gran medida, aunque no elimina, el riesgo de contraer y contagiar la clamidia.
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades
Tanto el aparato reproductor femenino como el masculino cumplen un papel en el embarazo. La exposición a ciertas sustancias o agentes puede causar problemas al sistema reproductivo y pueden afectar la fertilidad y la posibilidad de tener un bebé. Algunos riesgos para la reproducción incluyen:
En los hombres, estar expuesto a un riesgo para el sistema reproductor puede afectar el esperma. En las mujeres, un riesgo puede causar diferentes efectos durante el embarazo, dependiendo del tiempo de exposición al mismo. Si la afecta durante los primeros tres meses del embarazo, este riesgo puede causar un defecto congénito o de nacimiento o un aborto espontáneo. Si la afecta durante los últimos seis meses, puede retrasar el crecimiento del feto, afectar el desarrollo de su cerebro o llevar a un parto prematuro.
La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual causada por una bacteria. Infecta el área genital, los labios, la boca o el ano y afecta tanto a los hombres como a las mujeres. Por lo general se adquiere por contacto sexual con una persona que la tiene. También puede pasar de la madre al bebé durante el embarazo.
La etapa temprana de la sífilis suele causar una llaga única, pequeña e indolora. Algunas veces, causa inflamación de los ganglios linfáticos cercanos. Si no se trata, generalmente causa una erupción cutánea que no pica, frecuentemente en manos y pies. Muchas personas no notan los síntomas durante años. Los síntomas pueden desaparecer y aparecer nuevamente.
Las llagas causadas por la sífilis facilitan adquirir o contagiar el VIH durante las relaciones sexuales. Si está embarazada, la sífilis puede causar complicaciones. En casos raros, la sífilis causa problemas de salud serios e incluso la muerte.
Si se detecta a tiempo, la enfermedad se cura fácilmente con antibióticos. El uso correcto de preservativos de látex disminuye enormemente, aunque no elimina, el riesgo de adquirir y contagiarse la sífilis. La forma más confiable de evitar la infección es no tener sexo anal, vaginal u oral.
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La urología (del griego οὖρον - oûron, "orina" y -λογία, -logia "estudio de") es la especialidad médico-quirúrgica que se ocupa del estudio, diagnóstico y tratamiento de las patologías que afectan al aparato urinario, glándulas suprarrenales y retroperitoneo de ambos sexos y al aparato reproductor masculino, sin límite de edad.
Se considera a Francisco Díaz (Alcalá de Henares 1527 - Madrid 1590) autor del primer tratado de urología, reconocido internacionalmente como “Padre de la Urología universal”.
Su nacimiento se remonta a la segunda mitad del siglo XIX como subespecialidad de la Cirugía general. Esta separación se debió fundamentalmente a tres factores::
La urología incluye distintas subespecialidades.
La andrología es la parte de la urología encargada del estudio, investigación, y exploración de cualquier aspecto relacionado con la función sexual y reproducción masculina.
Los principales problemas de los que se encarga la andrología son los trastornos de erección, otros trastornos sexuales del varón y la infertilidad masculina.
De los aspectos relacionados con enfermedades del aparato genitourinario masculino se encarga la urología.
Laparoscopia urológica o urolaparoscopia es una rama de reciente aceptación en la Urologia. Clayman en Norteamérica realizo la primera nefrectomia Laparoscopica. A partir de allí de ha venido ampliando su uso, al grado de que los procedimientos que se llevaban a cabo con Cirugia abierta, ahora casi en su mayoría se pueden realizar por Laparoscopia. Su progreso ha sido distinto en los diversos países, pero a la fecha se realiza de manera global.
La urología oncológica, oncología urológica o uro-oncología es la especialidad médica que estudia los tumores benignos y malignos, pero con especial atención a los malignos, esto es, al cáncer, centrada en el aparato reproductor masculino.
Son el conjunto de maniobras diagnósticas o terapéuticas,transuretrales o percutáneas, endoscópicas o imagenológicas, realizadas en la luz de las vías urinarias. Algunos autores la definen como cirugía ´Mínimamente invasiva¨.
La urología pediátrica es aquella subespecialidad médica dedicada a estudiar las enfermedades del sistema reproductor de los niños y bebés.
La urología geriátrica es aquella subespecialdad médica dedicada a estudiar las enfermedades del sistema reproductor de los ancianos.
La urología de la litiasis o urolitiasis es aquella subespecialidad (en algunos países se utiliza mejor el término superespecialidad para referirse a un apartado concreto de una especialidad) que se encarga del estudio, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades que se manifiestan con formación de cálculos urinarios (piedras o concreciones). Los cálculos pueden formarse en cualquier punto de la vía urinaria, desde las cavidades del riñón a la uretra, conformando lo que se ha llamado "mal de piedra". Las localizaciones más comunes son riñón, uréter y vejiga. La composición más frecuente es el oxalato cálcico. La urolitiasis constituye uno de los apartados más clásicos de la urología. Los primeros casos conocidos se remontan a las antiguas civilizaciones de Egipto y América precolombina. En excavaciones arqueológicas se han hallado momias con restos litiásicos en riñones y en vejiga. Durante la edad media y el renacimiento los litotomistas (personas con habilidad para extraer cálculos de vejiga o litotomía) difundieron los primeros tratamientos quirúrgicos frente a esta enfermedad. La cirugía abierta fue la terapia convencional de la urolitiasis hasta llegar a su auge a mediados del siglo XX. En los años 70 de dicho siglo apareció la litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEOC), capaz de fragmentar los cálculos sin necesidad de cirugía, aunque no haya resultado eficaz en todos los casos. Por ello se ha ido consolidando el tratamiento de la urolitiasis mediante endourología, con técnicas como la ureterorrenoscopia y la cirugía percutánea, que no han cesado de evolucionar. La aparición de endoscopios flexibles, sistemas digitales de visualización y pincería de gran precisión, así como el empleo de energías neumática, ultrasónica o láser hacen posible la fragmentación y extracción de las concreciones en la mayoría de casos. Pese a estos avances no existe en la actualidad un tratamiento farmacológico eficaz que evite la formación de los cálculos urinarios.