LABORATORIOS SANGRE, ORINA Y HECES, ELECTROCARDIOGRAMAS, ESPIROMETRÍAS, ULTRASONIDOS, EXÁMENES FÍSICOS DIRIGIDOS
Una histerectomía es una operación para extraer el útero de una mujer. El útero es donde crece el bebé durante el embarazo. Una histerectomía interrumpirá sus períodos menstruales y no podrá volver a embarazarse. A veces en las operaciones también se extirpan los ovarios y las trompas de Falopio. Si se extirpan ambos ovarios, usted entrará en menopausia.
El médico puede recomendarle una histerectomía si tiene:
Oficina para la Salud de la Mujer en el Dept. de Salud y Servicios Humanos de los EE.UU.
El cáncer vaginal es un tipo raro de cáncer. Es más común entre las mujeres mayores de 60 años. También es más probable de desarrollarlo si ha tenido una infección por el virus del papiloma humano (VPH) o si su madre tomó dietilestilbestrol (DES) durante el embarazo. Los médicos recetaban DES en la década del 50 para prevenir los abortos. También está en mayor riesgo si ha presentado células anormales en la vagina, cuello uterino o útero.
Con frecuencia al principio no presenta síntomas. Sin embargo, debe consultar a un médico si observa:
Una prueba de Papanicolaou puede detectar la presencia de células anormales que pueden ser cáncer. Con frecuencia, el cáncer de vagina puede curarse en sus etapas tempranas. Las opciones de tratamiento pueden incluir cirugía, radioterapia y quimioterapia.
NIH: Instituto Nacional del Cáncer
El cáncer de la vulva es un tipo raro de cáncer. Se forma en los genitales externos de la mujer, llamados vulva. El cáncer crece en forma lenta por varios años. Primero, las células precancerosas crecen en la piel de la vulva. Esto se denomina neoplasia intraepitelial vulvar o displasia. No todos los casos de neoplasia intraepitelial vulvar se convierten en cáncer, pero es mejor tratarlos temprano.
Muchas veces, el cáncer de vulva no tiene síntomas al principio. Sin embargo, consulte a su médico para que le haga un análisis si observa:
Usted está en mayor riesgo si ha tenido una infección por virus del papiloma humano (VPH) o tiene un historial de verrugas genitales. Su proveedor de salud diagnostica cáncer de vulva con un examen físico y una biopsia. El tratamiento varía, dependiendo del estado general de su salud y del estado del cáncer. Puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia o terapia biológica. La terapia biológica potencia la propia capacidad del cuerpo para luchar contra el cáncer.
NIH: Instituto Nacional del Cáncer
El herpes genital es una enfermedad de transmisión sexual causada por el virus del herpes simple. Puede causar llagas en el área genital o rectal, nalgas y muslos. Puede contagiarse al tener relaciones sexuales vaginales, anales u orales con alguien que lo tenga. El virus puede contagiarse aún cuando las llagas no están presentes. Las madres pueden infectar a sus bebés durante el parto.
A los síntomas se los llaman comúnmente brotes. Las llagas aparecen usualmente cerca del área donde el virus ingresó al cuerpo. Las llagas son ampollas que se rompen y se vuelven dolorosas, para luego sanar. A veces, las personas no saben que tienen herpes porque no presentan síntomas o éstos son muy leves. El virus puede ser más grave en recién nacidos o en personas con un sistema inmunitario debilitado.
La repetición de los brotes es común, en especial durante el primer año. Con el tiempo los síntomas aparecen con menor frecuencia y son más leves. El virus permanece en su cuerpo para siempre.
Existen exámenes que pueden diagnosticar el herpes genital. No existe cura. Sin embargo, las medicinas pueden ayudar a disminuir los síntomas, reducir los brotes y bajar el riesgo de contagio a otras personas. El uso correcto de condones de látex puede reducir, pero no eliminar, el riesgo de contraer o contagiar el herpes. La forma más confiable de evitar la infección es no tener sexo anal, vaginal u oral.
La especialidad en Medicina Integrada, se define como la atención continuada de primer contacto, que conjunta en el acto médico las acciones de prevención, promoción, curación y rehabilitación; enfocada a las enfermedades crónico-degenerativas, emocionales y adictivas, infectocontagiosas, accidentes y violencia, según el perfil epidemiológico prevalente en cada región epidemiológica.
En México, el inicio de la formación de médicos en esta especialidad se inició en el año 2006 en diferentes sedes a lo largo de la República. Sin embargo, los contenidos curriculares están adaptados en muchos países. Por ejemplo, la especialidad se denomina "Medicina Integrada y Gestión" en el Perú.
El objetivo principal de esta Nueva Especialidad es contar con especialistas médicos con capacidad resolutiva para la prestación de servicios de salud de primer contacto, segundo y su vinculación con los servicios de medicina de alta especialidad.
Son tres los pilares fundamentales, que sustentan el desarrollo de esta nueva especialidad médica:
1º.- La transición demográfica
2º.- Su impacto en la morbilidad y mortalidad
3º.- Y la falta de vinculación entre la atención en los grandes centros hospitalarios especializados y la atención de primer contacto en la comunidad.
Hoy en día los adultos y adultos mayores constituyen poco más de la mitad de la población general y de acuerdo a proyecciones en los censos de población, en los próximos años se verá una inversión en la pirámide poblacional. Llama la atención que el grupo etario de más crecimiento es el de mayores de 65 años en un 3.75% anual; aunado a esto, se observa también un incremento en la esperanza de vida que actualmente es de 78.2 años para la mujer y 73.7 años para el hombre y se espera que para el 2050 sea de 85.5 años (fenómeno llamado “Envejecimiento Poblacional”).
El impacto es y será determinante y contundente en la demanda asistencial. Los adultos mayores representan ya en la actualidad los nuevos usuarios de los servicios de salud, con una carga creciente de patologías crónicas y degenerativas, discapacitantes muchas de ellas, que llevan implícito un consumo enorme de recursos para su atención, los retos son grandes, pues se debe asegurar que los individuos que lleguen a viejos, se encuentren y se mantengan funcionales, o por lo menos con una calidad de vida aceptable.
En México, en 1900, el total de muertes en población mayor de 65 años era apenas del 8.3 %, para 1980 alcanzaba el 31.3%, y para el año 2000, de acuerdo a cifras del INEGI, la cifra alcanzó el 49.6%.
Las causas de morbimortalidad principales reportadas son: las enfermedades cardiovasculares, la diabetes mellitus, las enfermedades cerebro vasculares y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (que representan el 42.7% de las defunciones); pero también se encuentran otras no menos significativas como los tumores malignos, la cirrosis hepática y las enfermedades infecciosas agudas (neumonías), etc.
Por otro lado, en el contexto social actual y la influencia de movimientos migratorios, se está generando mayor incidencia de patologías emergentes y re-emergentes infecciosas (SIDA, Hepatitis y Tuberculosis), las relacionadas con estilos de vida (Accidentes, Violencia, etc.), además de un aumento en la incidencia de trastornos emocionales (depresión, suicidio y adicciones), que también impacta de manera directa y determinante sobre el perfil epidemiológico de México.
Se ha observado también en el esquema de salud actual un fenómeno de desvinculación entre los diversos niveles de atención y los centros hospitalarios altamente especializados, saturados y con sobre demanda. No hay continuidad entre la atención especializada y sub especializada y la atención de primer y segundo contacto en la comunidad.
Los centros comunitarios ya sea Centros de Salud u Hospitales Comunitarios están relegados sólo al primer nivel de atención (prevención y promoción de la salud) y en el segundo caso a una atención deficiente, no resolutiva y sin el seguimiento pertinente; no se da continuidad o extensión de la atención especializada, para aquellos enfermos que se encuentran en fases avanzadas de la historia natural de la enfermedad.
La formación de Recursos Humanos Calificados, debe entonces garantizar a través de un marco estratégico la consolidación del Sistema Nacional de Salud, ocupando la Atención de Primer Contacto un lugar central o prioritario (Modelo Integrador de Atención a la Salud; MIDAS) en una Línea Horizontal de continuidad respecto a la atención hospitalaria y de coordinación con los servicios, para satisfacer las demandas sociales y sanitarias de una población más sensibilizada e informada, que reclama una atención eficaz y eficiente de calidad.
Los médicos de primer contacto deben aumentar su poder resolutivo, organizar la atención por otros especialistas y realizar consejo y tutela de los pacientes a lo largo de todo el sistema sanitario. Así mismo deben atender a las personas no sólo en su dimensión individual, sino también en su contexto comunitario, con una orientación hacia el entorno biopsicosocial.
Por lo anterior, esta especialidad está altamente orientada hacia la atención del adulto y adulto mayor, con un enfoque muy preciso: La Especialización en problemas de salud relacionados con el Perfil Epidemiológico de Morbilidad y Mortalidad Prevalente en una región o entidad federativa, atendiendo la Transición Demográfica y con carácter resolutivo y de vinculación en el primer contacto.
No debemos perder de vista la importancia que tiene y debe tener la prevención y promoción de la salud en todos los niveles de atención, y es aquí donde un médico especialista en Medicina Integrada del Adulto tendrá su mejor escenario al conjuntar las actividades del Primer Contacto y las herramientas o aptitudes necesarias y competentes, para brindar una Atención Continuada (extensión) de la medicina aplicada en centros especializados, sirviendo de vínculo idóneo para la comunidad.
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