CONSULTA DE MEDICINA INTERNA Y CARDIOLOGIA. ELECTROCARDIOGRAMA EN REPOSO Y DINÁMICO. M.A.P.A
Normalmente, si se lastima, su cuerpo forma un coágulo de sangre para detener la hemorragia. Para que la sangre coagule, el organismo necesita células llamadas plaquetas y proteínas conocidas como factores de coagulación. Si tiene un trastorno de coagulación, significa que no tiene suficientes plaquetas o factores de coagulación o éstos no funcionan como deberían.
Los problemas de coagulación pueden ocurrir por otras enfermedades, como enfermedades hepáticas severas o falta de vitamina K. También pueden ser hereditarios. La hemofilia es un trastorno de coagulación hereditario. Los trastornos de la coagulación también pueden ser causados por un efecto secundario de ciertas medicinas, como los anticoagulantes.
Diversos análisis de sangre pueden detectar un trastorno de la coagulación. También se le realizará un examen físico y de historia médica. Los tratamientos dependen de la causa. Pueden incluir medicamentos y transfusiones de sangre, plaquetas o factor de coagulación.
La sangre es tejido vivo formado por líquidos y sólidos. La parte líquida, llamada plasma, contiene agua, sales y proteínas. Más de la mitad del cuerpo es plasma. La parte sólida de la sangre contiene glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.
Los problemas de la sangre afectan una o varias partes de ésta e impiden que cumpla su función. Pueden ser crónicos o agudos. Muchos trastornos sanguíneos son hereditarios. Otras causas pueden ser otras enfermedades, efectos secundarios de algún medicamento y la falta de ciertos nutrientes en la dieta.
Algunos tipos de problemas de la sangre son:
Las plaquetas son pequeños fragmentos de células sanguíneas. Su función es formar coágulos de sangre que ayuden a sanar las heridas y a prevenir el sangrado. La médula ósea produce las plaquetas. Los problemas pueden surgir cuando se tienen pocas o demasiadas plaquetas o éstas no cumplen su función correctamente.
Si su sangre tiene pocas plaquetas, se le llama trombocitopenia. Usted puede correr el riesgo de sangrado moderado a severo. Si su sangre contiene demasiadas plaquetas, usted corre el riesgo de coágulos sanguíneos. Otros problemas surgen cuando las plaquetas no funcionan bien. Por ejemplo, en la enfermedad de von Willebrand, las plaquetas no pueden pegarse unas a otras o no pueden adherirse a las paredes de los vasos sanguíneos. Esto puede causar sangrado excesivo.
El tratamiento de los problemas plaquetarios depende de su causa.
NIH: Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre
La sangre es tejido vivo formado por líquidos y sólidos. La parte líquida, llamada plasma, contiene agua, sales y proteínas. Más de la mitad del cuerpo es plasma. La parte sólida de la sangre contiene glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.
Los glóbulos rojos suministran oxígeno desde los pulmones a los tejidos y órganos. Los glóbulos blancos combaten las infecciones y son parte del sistema inmunitario del cuerpo. Las plaquetas ayudan a la coagulación de la sangre cuando sufre un corte o una herida. La médula ósea, el material esponjoso dentro de los huesos, produce nuevas células sanguíneas. Las células de la sangre constantemente mueren y su cuerpo produce nuevas. Los glóbulos rojos viven unos 120 días y las plaquetas viven cerca de seis. Algunos glóbulos blancos de la sangre viven menos de un día, pero otros viven mucho más tiempo.
Hay cuatro grupos de sangre: A, B, AB y O. Asimismo, la sangre es Rh positivo o Rh negativo. Así, si su tipo de sangre es A, es A positivo o A negativo. Su tipo de sangre es importante si necesita una transfusión de sangre. Y su factor de sangre puede ser importante si usted queda embarazada, ya que la incompatibilidad entre su tipo de sangre y el de su bebé puede crear problemas.
Los análisis de sangre como las pruebas de conteo sanguíneo ayudan a los médicos a analizar ciertas enfermedades y condiciones. También ayudan a comprobar la función de los órganos y muestran qué tan bien están funcionando los tratamientos. Algunos problemas de la sangre pueden incluir problemas de coagulación, coágulos sanguíneos y desórdenes plaquetarios. Si pierde mucha sangre, usted puede necesitar una transfusión.
NIH: Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre
La cardiología es la rama de la medicina interna, escindida de "pulmon y corazón" en la ley española de especialidades médicas de 1977, que se ocupa de las afecciones del corazón y del aparato circulatorio. Se incluye dentro de las especialidades médicas, es decir que no abarca la cirugía, aun cuando muchas enfermedades cardiológicas son de sanción quirúrgica, por lo que un equipo cardiológico suele estar integrado por cardiólogo, cirujano cardíaco y fisiatra, integrando además a otros especialistas cuando el terreno del paciente así lo requiere.
La especialidad de cardiologia pediátrica se puede hacer tras finalizar el MIR de cardiología o de pediatría, lo cual es un caso único dentro de las especialidades médicas exactas.
Al igual que otras ramas de la medicina, la cardiología es una de las que más ha evolucionado en las últimas décadas, fundamentalmente de la mano de importantes avances tecnológicos en los campos de la electrónica y la medicina nuclear, entre otros. Es una de las más importantes en los ultimos años, ya que a base de esta el ser humano ha obtenido más información sobre cómo cuidarse.
Cardiología es una forma de medicina interna. Antes especializados en cardiología, una persona debe primero obtener un titulo de 6 o 7 años y ser graduado de una escuela médica aprobada. Algunos países ofrecen un centro de atención de pregrado especializados en el estudio pre-médico.
Después de graduarse de la escuela de medicina, la mayoría de los países exigen que un estudiante complete una residencia de medicina interna y aprobar un examen de certificación. Una subespecialización en cardiología necesita más capacitación en asuntos específicamente relacionados con la materia.