Embarazo
Cuidado de la glándula mamaria
Manejo de Hormonas en paciente en etapa de la transición y postmenopáusica
Planificación familiar
Mejorar la calidad de vida en la paciente Ginecológica
Prevención de Salud en la Mujer
Cándida es el nombre científico de una levadura. Es un hongo que vive en casi todas partes, incluso dentro de su cuerpo. Por lo general, el sistema inmunitario mantiene los hongos bajo control. Si está enfermo o toma antibióticos, pueden multiplicarse y causar una infección.
Las infecciones por cándida afectan distintas partes del cuerpo de distintas maneras:
Los antimicóticos pueden eliminar las infecciones por cándida en la mayoría de las personas. Si tiene un sistema inmunitario debilitado, el tratamiento puede ser más difícil.
La clamidia es una enfermedad de transmisión sexual común. Es causada por la bacteria Chlamydia trachomatis. Puede infectar a hombres y mujeres. Las mujeres pueden contraer clamidia en el cuello del útero, el recto o la garganta. Los hombres pueden contraer clamidia en la uretra (el interior del pene), el recto o la garganta.
¿Cómo se contrae la clamidia?Usted puede contraer clamidia durante el sexo oral, vaginal o anal con alguien que tiene la infección. Una mujer también puede transmitir clamidia a su bebé durante el parto.
Si usted tuvo clamidia y fue tratado en el pasado, puede re-infectarse si tiene relaciones sexuales sin protección con alguien infectado.
¿Quién está en riesgo de contraer la infección por clamidia?La clamidia es más común en personas jóvenes, especialmente mujeres. Es más probable que usted se contagie si no usa siempre un condón, o si tiene múltiples parejas.
¿Cuáles son los síntomas de la clamidia?En general, la clamidia no presenta síntomas, por lo que puede no darse cuenta que la tiene. Las personas con clamidia sin síntomas pueden infectar a otros. Si usted tiene síntomas, éstos pueden aparecer varias semanas después de tener relaciones sexuales con una pareja infectada.
Los síntomas en las mujeres incluyen:
Si la infección se propaga, es posible presentar dolor abdominal bajo, dolor durante las relaciones sexuales, náuseas o fiebre.
Los síntomas en los hombres incluyen:
Si la clamidia infecta el recto puede causar dolor rectal, secreción y/o sangrado tanto en hombres como en mujeres.
¿Cómo puedo saber si tengo clamidia?La clamidia se diagnostica con pruebas de laboratorio. Su médico puede pedirle una muestra de orina. En mujeres, a veces se utiliza un hisopo de algodón para obtener una muestra de la vagina para detectar clamidia.
¿Quién debe hacerse la prueba de la clamidia?Usted debe acudir a su proveedor de salud para un examen si presenta síntomas de la clamidia, o si su pareja tiene una enfermedad de transmisión sexual. Las mujeres embarazadas deben hacerse una prueba cuando van a su primera visita prenatal.
Las personas en mayor riesgo que deben ser evaluadas para detectar clamidia cada año son:
En las mujeres, una infección de clamidia no tratada puede propagarse al útero y trompas de Falopio, causando enfermedad inflamatoria pélvica. Esta condición puede causar daños permanentes en el sistema reproductor. Esto puede provocar dolor pélvico crónico, infertilidad y embarazo ectópico. Las mujeres que han tenido infecciones por clamidia más de una vez están en mayor riesgo de complicaciones graves de salud reproductiva.
Los hombres en general no presentan problemas de salud por la clamidia. A veces puede infectar el epidídimo, el tubo por el que se trasladan los espermatozoides. Esto puede causar dolor, fiebre y, en raras ocasiones, infertilidad.
La infección por clamidia también puede provocar artritis reactiva tanto en hombres como mujeres. Este tipo de artritis ocurre como una "reacción" a una infección en el cuerpo.
Los bebés nacidos de madres infectadas con clamidia pueden contraer infecciones a los ojos y neumonía. También puede ser más probable que el bebé nazca antes de tiempo.
La clamidia no tratada también puede aumentar sus probabilidades de contraer o transmitir el VIH/SIDA.
¿Cuáles son los tratamientos para la clamidia?La infección se cura con antibióticos. Es posible obtenerlos en una sola dosis, o puede que tenga que tomar medicamentos durante siete días. Los antibióticos no curarán cualquier daño permanente que haya causado la enfermedad.
Para evitar infectar a su pareja, usted no debe tener relaciones sexuales hasta que la infección haya terminado. Si recibió una dosis única de antibióticos, debe esperar siete días después de tomar la medicina para volver a tener relaciones sexuales. Si usted debe tomar medicamentos por siete días, no debe tener relaciones sexuales hasta haber terminado el tratamiento.
Es común volver a contraer la infección, por lo que debe hacerse la prueba de nuevo unos tres meses después de finalizar el tratamiento.
¿Puedo prevenir la clamidia?La única forma segura de prevenir la clamidia es no tener sexo vaginal, anal u oral.
El uso correcto de los condones de látex reduce en gran medida, aunque no elimina, el riesgo de contraer y contagiar la clamidia.
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades
Cuando esté lista para tener a su bebé, usted comenzará el trabajo de parto. Las señales de que vaya a dar a luz incluyen:
Llame a su médico si presenta algunas de estas señales, incluso si se trata antes de la fecha de dar a luz. El trabajo de parto prematuro puede comenzar antes de completar las 37 semanas de embarazo.
El parto ocurre en tres etapas. La primera etapa comienza con contracciones. Continúa hasta que el cuello uterino se vuelve más delgado y dilatado (estirado) hasta tener unas cuatro pulgadas (10 centímetros) de ancho. La segunda es la etapa activa, en la que se empieza a empujar hacia abajo. La coronación es cuando la cabeza de su bebé se hace visible. Poco después su bebé nace. En la tercera etapa, usted expulsa la placenta. La placenta es el órgano que suministra alimento y oxígeno a su bebé durante el embarazo.
Las madres y los bebés son monitoreados de cerca durante el parto. La mayoría de las mujeres son capaces de tener un bebé a través de un parto vaginal normal. Si se presentan complicaciones, puede ser necesario dar a luz con una cirugía mediante una cesárea.
NIH: Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano
La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual causada por una bacteria. Infecta el área genital, los labios, la boca o el ano y afecta tanto a los hombres como a las mujeres. Por lo general se adquiere por contacto sexual con una persona que la tiene. También puede pasar de la madre al bebé durante el embarazo.
La etapa temprana de la sífilis suele causar una llaga única, pequeña e indolora. Algunas veces, causa inflamación de los ganglios linfáticos cercanos. Si no se trata, generalmente causa una erupción cutánea que no pica, frecuentemente en manos y pies. Muchas personas no notan los síntomas durante años. Los síntomas pueden desaparecer y aparecer nuevamente.
Las llagas causadas por la sífilis facilitan adquirir o contagiar el VIH durante las relaciones sexuales. Si está embarazada, la sífilis puede causar complicaciones. En casos raros, la sífilis causa problemas de salud serios e incluso la muerte.
Si se detecta a tiempo, la enfermedad se cura fácilmente con antibióticos. El uso correcto de preservativos de látex disminuye enormemente, aunque no elimina, el riesgo de adquirir y contagiarse la sífilis. La forma más confiable de evitar la infección es no tener sexo anal, vaginal u oral.
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades
Obstetricia y Ginecología en algunos países llamado ginecoobstetricia o tocoginecología) son las dos especialidades quirúrgicas que se ocupan de los órganos reproductores femeninos, y, como tal, a menudo se combinan para formar una sola especialidad médica y un programa de formación de postgrado. Esta formación combinada convierte a los practicantes en expertos en el manejo quirúrgico de todo lo concerniente a las patologías clínicas de los órganos reproductores femeninos en especial atención a las embarazadas y las pacientes no embarazadas. En pocas palabras son los que atienden los partos y siguen los embarazos de las mujeres.
La formación de los médicos en este campo es a menudo muy difícil: en Australia, por ejemplo, el período de formación de residencia es una de las más largas, la cual es de seis años. Este periodo sólo es comparable con la neurocirugía y cirugía maxilofacial. En los Estados Unidos, sin embargo, los especialistas en Obstetricia y Ginecología requieren cuatro años de educación en una universidad acreditada, seguido de cuatro años de la escuela de medicina y cuatro años de residencia. En la India, la formación de postgrado en obstetricia y ginecología adquieren la especialidad luego de dos anos de estudio (DGO) o de tres años (MD o MS). Algunos cirujanos en Obstetricia y Ginecología son elegidos para hacer el entrenamiento en la subespecialidad más conocida gracias a programas de becas después de terminar su entrenamiento de residencia, aunque la mayoría decide introducir la práctica privada o académica en general como Obstetricia y Ginecología. Estas Becas de formación puede variar de uno a cuatro años de duración, y suelen tener un componente de investigación involucrados en la formación clínica y operativa.
En las zonas rurales de los Estados Unidos, particularmente en las zonas al oeste del río Mississippi, No es raro que los médicos generales ofrezcan servicios de obstetricia a sus pacientes. Sin embargo, estos suelen ser generalistas no entrenados en los aspectos quirúrgicos de la obstetricia, ni han recibido capacitación en ginecología y, como tal, no debe confundirse como entrenados y certificados en esta especialidad. Todos los obstetras ginecólogos, por lo tanto, son entrenados en ginecología, aunque no necesariamente funcione a la inversa. Sin embargo, algunos obstetras y ginecólogos pueden optar por abandonar la práctica obstétrica y centrarse exclusivamente en ginecología, especialmente a medida que envejecen. Esta decisión se basa a menudo en la doble carga de horas y dependiendo del país, las altas tasas de litigios
Ejemplos de formación de la subespecialidad a disposición de los médicos en los EE.UU. son:
De éstos, sólo los cuatro primeros son realmente sub-especialidades reconocidas por el Consejo de Acreditación de la Graduate Medical Education (ACGME) y el Consejo Americano de Obstetricia y Ginecología (ABOG.) Las otras subespecialidades son reconocidas como las concentraciones informales de la práctica. Para ser reconocido como por el consejo especialista, un médico debe haber completado una beca ACGME y haber obtenido un certificado con las calificaciones (CAQ), lo cual exige un examen estandarizado adicional.
Además, los médicos de otras especialidades pueden ser capacitados en Apoyo Vital Avanzado en Obstetricia (también), una certificación corta que los capacita para manejar mejor como obstetras emergentes o en situaciones de ginecología y obstetricia.
De 2000 a 2004, eran cada vez más escasos los estudiantes de medicina que deseaban especializarse en obstetricia. Esto condujo a una grave escasez de obstetras en algunos estados y, a menudo, eran menor las opciones de cuidado de salud para las mujeres - a pesar de no entrar en los rangos de salarios medios más altos. Sin embargo, a partir de 2004, el aumento de la legislación estatal que ordene la reforma de agravios combinada con la decisión de la ACGME de limitar las horas de trabajo residente produjo el resurgimiento gradual del número de estudiantes de medicina interesados en esta especialidad. En la residencia médica para el año 2007, sólo seis vacantes para el programas de formación gineco-obstetricia permaneció disponible en todo Estados Unidos, una cifra record que pone esta especialidad a la par en términos de competitividad con algunas especialidades quirúrgicas.