La enfermedad renal crónica es la resultante de diversas enfermedades, entre las que destacan la diabetes mellitus, la hipertensión arterial, glomerulonefritis, por mencionar las más frecuentes, que conduce hacia un desenlace fatal si no es tratada. En sus etapas iniciales no suele ocasionar síntomas, por lo que cualquier persona con factores de riesgo debería realizarse una valoración de la función renal, para diagnosticar la enfermedad renal crónica de forma temprana y prevenir el daño en los riñones. Ya en etapas avanzadas puede ocasionar síntomas tales como orina espumosa, hinchazón, sangre en la orina, elevación de la presión arterial, dificultad para respirar, náuseas, vómito, cansancio, anemia, picazón en la piel, aumento o disminución en la cantidad de orina, pérdida de peso, falta de apetito, dolor en la espalda. Por otra parte, hay una serie de situaciones que pueden ocasionar la falla brusca de los riñones, desde un cuadro de deshidratación, una infección, una piedra que obstruya la vía urinaria, ciertos medicamentos, entre otros, que pueden ser potencialmente reversibles si se realizan intervenciones oportunas.
Para ello, se requieren una serie de estudios de sangre, de orina y de imagen para enfocar bien el diagnóstico y otorgar el tratamiento más conveniente de acuerdo al origen y a la gravedad de la enfermedad.
Padecimientos que atiende un nefrólogo:
Complicaciones de la diabetes en los riñones (nefropatía diabética)
Hipertensión arterial sistémica
Glomerulonefritis
Proteinuria
Sangre en la orina o hematuria
Enfermedad renal crónica o insuficiencia renal crónica
Insuficiencia renal aguda
Síndrome urémico
Diálisis
Hemodiálisis
Trasplante de riñón
Seguimiento de donador de riñón
Enfermedad renal poliquística
Cálculos renales o litiasis renal o piedras en los riñones
Infecciones urinarias
Enfermedad renal en el embarazo o embarazo complicado con enfermedad renal
Nefritis lúpica
Disfunción del injerto
Rechazo del injerto renal
Hiperparatiroidismo
Cáncer de riñón
Elevación de la creatinina o valoración de la función renal
Estudio de la hinchazón o de las causas de edema
Usted tiene dos riñones, cada uno cerca del tamaño de su puño. Se encuentran en la mitad de su espalda, justo debajo de sus costillas. Dentro de cada riñón hay un millón de estructuras pequeñas llamados nefrones. Ellos filtran los desechos y el exceso de agua de la sangre, lo que se vuelve orina. La orina fluye por tubos llamados uréteres, llegando a la vejiga, que almacena la orina hasta que usted va al baño.
La mayoría de las enfermedades renales atacan los nefrones. Este daño causa que los riñones no puedan eliminar desechos. Las causas incluyen problemas genéticos, lesiones o medicamentos. Usted puede correr mayor riesgo de padecer una enfermedad renal si tiene diabetes, presión alta o un familiar cercano con algún problema de los riñones. La enfermedad renal crónica va dañando los nefrones de a poco con el transcurso del tiempo. Otras enfermedades de los riñones pueden incluir:
Su médico puede hacerle pruebas de sangre y de orina para detectar si tiene enfermedad renal. Si los riñones fallan completamente, un trasplante renal o el tratamiento con diálisis puede reemplazar la función que normalmente desempeñan los riñones.
NIH: Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales
El aparato urinario es el sistema de drenaje del cuerpo para eliminar los desechos y el exceso de agua. Incluye dos riñones, dos uréteres, una vejiga y una uretra. Las infecciones del tracto urinario son el segundo tipo más común de infección en el cuerpo.
Es posible que tenga una infección de las vías urinarias si observa:
Personas de cualquier edad o sexo pueden contraer infecciones urinarias. Pero las mujeres la sufren unas cuatro veces más que los hombres. Usted también está en mayor riesgo si tiene diabetes, necesita un tubo para drenar la vejiga o tiene una lesión de la médula espinal.
Si piensa que tiene una infección urinaria, es importante que vea a su médico. El médico puede confirmarlo con una prueba de orina. Se trata con antibióticos.
NIH: Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales
Los riñones sanos limpian la sangre eliminando el exceso de líquido, minerales y desechos. También producen hormonas que mantienen sus huesos fuertes y su sangre sana. Pero si los riñones están lesionados, no funcionan correctamente. Pueden acumularse desechos peligrosos en el organismo. Puede elevarse la presión arterial. Su cuerpo puede retener el exceso de líquidos y no producir suficientes glóbulos rojos. A esto se le llama insuficiencia renal.
Si los riñones fallan, necesitará tratamiento para reemplazar las funciones que hacen normalmente. Las opciones de tratamiento son diálisis o un trasplante renal. Cada tratamiento tiene sus beneficios y desventajas. Independientemente del tratamiento que escoja, deberá hacerle algunos cambios a su estilo de vida, incluyendo el tipo de alimentación y planificar sus actividades. Pero, con la ayuda de los profesionales de la salud, la familia y los amigos, la mayoría de las personas con insuficiencia renal puede llevar una vida plena y activa.
NIH: Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales
Sus riñones producen orina al filtrar desechos y exceso de agua de la sangre. Al desecho se le llama urea. La sangre la transporta hasta los riñones. Desde los riñones, la orina llega a la vejiga por dos tubos delgados llamados uréteres. La vejiga almacena la orina hasta que usted siente ganas de ir al baño. La vejiga se expande cuando está llena y se hace más pequeña cuando está vacía. Si su sistema urinario funciona normalmente, su vejiga puede almacenar hasta 16 onzas (177cc o dos tazas) de orina cómodamente por entre dos a cinco horas.
Usted puede tener problemas para orinar si sufre de:
Algunas condiciones pueden causar que su orina contenga sangre o proteína. Si usted tiene un problema urinario, acuda a su proveedor de cuidados de salud. El análisis de orina y otras pruebas pueden ayudar a diagnosticar el problema. El tratamiento depende de la causa.
NIH: Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales
La nefrología es la especialidad medica rama de la medicina interna que se ocupa del estudio de la estructura y la función renal, tanto en la salud como en la enfermedad, incluyendo la prevención y tratamiento de las enfermedades renales. La palabra nefrología deriva de la voz griega νεφρός (nephrós), que significa riñón, y del sufijo -logía (estudio, tratado).
La Nefrología puede ser definida como la especialidad clínica que se ocupa del estudio de la: anatomía, fisiología, patología, promoción de salud, prevención, clínica, terapéutica y rehabilitación de las enfermedades del aparato urinario en su totalidad, incluyendo las vías urinarias que repercuten sobre el parénquima renal. A diferencia de la urología no es una especialidad quirúrgica, aunque tienen estrecha interrelación. Nace de la clínica y por lo tanto es una de sus ramas la cual profundiza los conocimientos sobre las funciones y enfermedades del riñón. Es el producto del desarrollo científico y tecnológico en el campo de la medicina y fueron muchos los años que transcurrieron durante los cuales se fueron sentando las bases de la futura especialidad.
Como resultado lógico de estos avances surgió esta nueva especialidad médica con un desarrollo explosivo propiciado por importantes desarrollos tecnológicos e investigativos característicos del siglo XX.
El médico especialista en nefrología se llama nefrólogo. La nefrología no debe confundirse con la urología, que es la especialidad quirúrgica del aparato urinario y el aparato genital masculino.
La mayoría de las enfermedades que afectan el riñón no están limitadas al órgano en sí mismo, sino son desórdenes sistémicos. La nefrología se refiere al diagnóstico de la enfermedad renal y de su tratamiento, tanto con medicamentos como con terapia de reemplazo renal (lo que incluye el seguimiento de los pacientes con trasplante renal). Adicionalmente, a los nefrólogos como expertos en el cuidado de los trastorno de electrolitos y de la hipertensión. Dado que la mayoría de las condiciones renales son crónicas, los nefrólogos "crecen con sus pacientes".
Los pacientes son referidos a los especialistas de nefrología por diferentes razones, como por ejemplo las siguientes.
Los urólogos son especialistas quirúrgicos del tracto urinario. Ellos tratan las enfermedades renales que pudieran ser favorables a la cirugía:
Como con el resto de medicina, las pistas importantes en cuanto a la causa de cualquier síntoma se obtienen con la historia del paciente y el examen físico.
Las pruebas de laboratorio se dirigen casi siempre a la: urea, creatinina, electrolitos, biometria hematica y análisis de orina, que es con frecuencia la prueba dominante en sugerir un diagnóstico.
Pruebas especializadas pueden ser ordenadas para descubrir o para enlazar/relacionar ciertas enfermedades sistémicas a la falla del riñón, como serologías de hepatitis B o hepatitis C, o lupus, paraproteinemias como amiloidosis, mieloma múltiple, u otras enfermedades sistémicas que conduzcan a la falla del riñón. La recolección de una muestra de orina de 24 horas puede dar información valiosa sobre la capacidad de filtrado del riñón y la cantidad de pérdida de proteína en algunas formas de enfermedades del riñón. Sin embargo, en la escena de la enfermedad renal crónica, las muestras de orina de 24 horas han sido reemplazadas recientemente por el cociente del punto de orina de la proteína y la creatinina.
Otras pruebas realizadas a menudo por los nefrólogos son:
Muchas enfermedades del riñón son tratadas simplemente con medicación, como diuréticos, corticoides, inmunosupresores, antihipertensivo]s y otros. Frecuentemente, se requiere tratamiento con eritropoyetina y vitamina D para reemplazar estas dos hormonas, cuya producción disminuye en la enfermedad renal crónica.
Cuando los síntomas del fracaso renal llegan a ser demasiado severos, se requiere terapia renal sustitutiva. La técnica de elección es el trasplante renal. Éste es llevado a cabo por el urólogo, y en algunos casos por el cirujano general. No obstante, el nefrólogo se encarga de la selección del receptor del trasplante así como de su seguimiento y el tratamiento de sus complicaciones (especialmente el rechazo y las infecciones derivadas del tratamiento inmunosupresor).
En los casos en los que el trasplante no está indicado o no es posible, existen otras técnicas, llamadas genéricamente diálisis renal. Entre éstas, cabe destacar la hemodiálisis, la hemofiltración, la hemodiafiltración y la diálisis peritoneal.